Avanzando hacia una mayor seguridad vial ¿Qué sabemos sobre la nueva Directiva europea de permisos de conducir? 

  • La nueva Directiva europea de permisos de conducir pone a la seguridad vial y la sostenibilidad como pilares fundamentales en la formación de conductores.

  • Las instituciones europeas apuntan a un marco armonizado en la formación y evaluación de conductores.

  • La nueva Directiva europea hace énfasis en la necesidad de centrarse en las habilidades, conocimientos, concienciación y aptitudes médicas de los conductores como ejes formativos.

  • El gran desafío para la nueva Directiva es que la transposición nacional que hagan los estados miembros sea fiel al enfoque planteado por las instituciones europeas.

Como todos sabemos, la seguridad vial es un problema esencial que nos afecta a todos. Cada día, millones de personas en todo el mundo utilizan vehículos para desplazarse de un lugar a otro, y lamentablemente, esto implica riesgos.

A medida que avanzamos, es crucial comprender que la seguridad vial es una responsabilidad compartida. No es solo responsabilidad de los conductores, sino también de los legisladores, las autoridades y la sociedad en general. Por lo tanto, es esencial trabajar juntos para crear un sistema de movilidad más seguro y sostenible para todos.

En ese sentido, la nueva Directiva Europea sobre permisos de conducir, reabre el debate y la oportunidad de mejorar la seguridad vial para reducir los siniestros viales en toda la Unión Europea. Esta Directiva tiene como objetivo establecer, entre otras cosas, un marco armonizado para la formación y evaluación de los conductores en toda la Unión Europea, asegurando que todos estén adecuadamente preparados y equipados para afrontar los desafíos que presenta la movilidad.

La seguridad vial en el centro: bases de la propuesta de la nueva Directiva Europea de permisos de conducir

La nueva Directiva sobre permisos de conducir es el resultado de un extenso análisis y debate entre las diferentes instituciones de la Unión Europea. El Consejo de la Unión Europea, el Parlamento Europeo y la Comisión Europea han trabajado juntos para desarrollar una propuesta de marco armonizado para la formación y evaluación de los conductores, a fin de mejorar la seguridad vial y reducir los siniestros viales.

La Directiva enfatiza el valor crucial de la seguridad vial, aspirando a mejorar las habilidades, el conocimiento, el comportamiento y la aptitud médica de los conductores. Dado que, a pesar de los avances significativos en materia de seguridad vial en la Unión Europea durante las últimas dos décadas, el progreso no ha alcanzado las expectativas, lo que ha impulsado a las instituciones europeas a abogar por un fortalecimiento del marco jurídico de la Unión en materia de seguridad vial.

En respuesta a esto, el Parlamento Europeo adoptó en 2021 una Resolución sobre el Marco de la Política de la Unión Europea en base a la agenda de Seguridad Vial 2021-2030, instando a la implementación de normas más rigurosas para la formación de conductores. Se reconoce que la capacidad, el conocimiento, el comportamiento y la aptitud médica de los conductores son factores influyentes en muchos siniestros viales, y que un número preocupante de conductores en las carreteras presenta un riesgo debido a su falta de competencia para conducir.

Los conductores noveles, en particular, a menudo carecen de habilidades, conocimientos y conciencia de los riesgos, lo que apunta a que los requisitos para obtener un permiso de conducción no están adecuadamente alineados con los objetivos de seguridad vial.

Por ello, esta iniciativa tiene como objetivo aumentar la seguridad vial, facilitando la libre circulación de personas por todo el territorio europeo, a la vez que contribuye a una movilidad más sostenible y adaptada a los nuevos avances tecnológicos. Esto se logrará mediante la mejora de las habilidades, el conocimiento y la experiencia de los conductores, la disminución y penalización de los comportamientos peligrosos, la garantía de una adecuada aptitud física y mental de los conductores, y la eliminación de barreras innecesarias o inapropiadas que afectan a los titulares y solicitantes de permisos de conducción.

Además, la Directiva se alinea con la Estrategia de Movilidad Sostenible e Inteligente de la Unión Europea, subrayando que el estilo de conducción puede tener un impacto considerable en las emisiones de contaminantes atmosféricos, ruido y microplásticos. Por lo tanto, es fundamental que la formación de conducción capacite a los conductores para reducir su contribución a las emisiones y los prepare para manejar vehículos de cero emisiones.

La Directiva también pone de relieve la necesidad de establecer criterios mínimos para la expedición de permisos de conducción por motivos de seguridad vial. Esto implica la armonización de las normas relativas a las pruebas de conducción y la concesión de permisos de conducción, la especificación de los conocimientos, habilidades y comportamientos asociados con la conducción de vehículos de motor, la estructuración de las pruebas de conducción en base a estos conceptos, y la definición de las condiciones mínimas de aptitud física y mental para conducir dichos vehículos.

En general, la nueva directiva sobre licencias de conducción es el resultado de un esfuerzo de colaboración entre las diferentes instituciones de la Unión Europea y refleja el compromiso compartido de mejorar la seguridad vial y crear un sistema de movilidad más sostenible para todos.

 

Desafíos futuros que presentará la transposición nacional de la Directiva

Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer. No solo el procesamiento final de la Directiva, sino también la responsabilidad que todos los Estados miembros tienen en la futura transposición a nivel nacional. En ese sentido, es esencial que lo hagan de manera efectiva y respetando los análisis y objetivos establecidos por todas las instituciones europeas.

La armonización de las normas relativas a las pruebas de conducción y la concesión de permisos de conducción, la especificación de los conocimientos, habilidades y comportamientos asociados con la conducción de vehículos de motor, la estructuración de las pruebas de conducción en base a estos conceptos, y la definición de las condiciones mínimas de aptitud física y mental para conducir dichos vehículos son elementos clave de esta Directiva. Cada uno de estos aspectos juega un papel vital en la mejora de la seguridad vial y la sostenibilidad de la movilidad, y no debe ser ignorado o minimizado en la transposición.

Es crucial, por lo tanto, que cada Estado miembro se ciña al análisis y objetivos a la hora de transponer e implementar la Directiva de manera completa y efectiva. Esto implica, entre otras cosas, garantizar que la formación de los conductores sea rigurosa y completa, y que los exámenes para obtener un permiso de conducción sean exigentes y reflejen plenamente los objetivos de seguridad vial de la Directiva.

Por ejemplo, en España, donde la formación vial no está reglada, esto podría implicar la introducción de regulaciones que exijan una formación más completa, que huya de modelos memorísticos, centrada en la obtención de conocimiento, buenos comportamientos y el desarrollo de aptitudes médicas básicas. También podría implicar un enfoque más amplio en la evaluación, para asegurar que los conductores no sólo han memorizado la información, sino que también la comprenden y son capaces de aplicar los principios de la conducción segura y sostenible.

La transposición inadecuada o incompleta de la Directiva no sólo estaría en contra del espíritu de la Directiva, sino que también podría poner en riesgo la seguridad vial y la sostenibilidad del transporte en la Unión Europea. Por lo tanto, es esencial que todos los Estados miembros se comprometan a implementar plenamente y de manera efectiva la Directiva en su legislación y prácticas nacionales.

Es fundamental que cada país tome medidas para garantizar que los conductores reciban una formación adecuada y un examen riguroso antes de obtener un permiso de conducir. Además, los países deben garantizar una implementación efectiva de la nueva directiva, incluyendo el establecimiento de sanciones claras y efectivas para aquellos que violen las normas.

Sin duda, para lograr una mayor seguridad vial y un transporte más sostenible en toda Europa, debemos seguir trabajando juntos y garantizar que la nueva directiva se procese e implemente de manera efectiva y coherente en todos los Estados miembros.

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